¿Cómo establecer metas alcanzables y motivadoras?


Hola... ¿cómo te encuentras?

Cuando hablamos de metas y de éxito, siempre nos vamos por el cliché de las casas, coches, viajes, lujo y vida dorada que nos imponen en cada contenido que consumimos. Sin embargo, cuando emprendemos en el viaje muchas veces entendemos que no es lo que queremos, pero nos forzamos a tener lo que nos dijeron y nos impusieron sintiéndonos miserables y con poca energía para conseguirlo.

La razón por la que constantemente caemos en una rutina que desgasta más de lo que suma, es que no estamos tras lo que queremos sino de lo que creemos que queremos. 

Por esto es por lo que yo repito (y lo verás mucho en este blog) ¡¡CONÓCETE!!

Conócete en cada aspecto posible, desde lo más banal hasta lo más complejo. Aprende a escuchar lo que realmente quieres, tu lenguaje corporal, lo que te dices cundo estas transitando determinada circunstancia. Eso es lo que te va a apoyar a tomar grandes decisiones. 
La manera en la que podrás encontrar esas metas que te emocionan y te ayuden a crear esa vida de ensueño que SÍ quieres es con una introspección, qué es eso que te hace absolutamente feliz pero que al pensarlo te duele la panza, te sudan las manos y se te acelera el pulso. 

A veces buscar en esa lista de propósitos que repetimos año con año sin siquiera darles más peso que cuando los elegimos, porque priorizamos lo que nos resuelve necesidades y no lo que nos alimenta el corazón. Esa cosa que crees que no puedes tener porque no la mereces pero que te pasas viendo creadores de contenido que sí lo tienen... eso es lo que tú quieres y no te atreves a decirlo en voz alta.

Ese trabajo de ensueño con el que te identificas, que te encantaría desarrollar, en la compañía para la que siempre quisiste trabajar, pero no te atreves a postular porque no te crees capaz o porque ahora está mal codiciar y un empleo y debes querer emprender, esa es la meta. 

Quitarnos prejuicios absurdos y limitantes en todos los aspectos y crear los sueños que tenemos con base en lo que queremos y lo que nos mueve el corazón. 

Nadie no puede obligar a elegir como vivir, elige ser feliz. 

El merecimiento es otro tema, muchas veces sentimos que la vida que soñamos no es para nosotros, porque nosotros crecimos con ideas de escases, trabajo duro, limitados pero honestos, ¿te suena? No tenemos dinero en abundancia porque nos dijeron que el dinero nos vuelve malos. No trabajamos donde queremos porque os dijeron que hay que emprender, aunque lo tuyo es desarrollarte en un corporativo, ser deportista de alto rendimiento no es para ti porque te caes mucho (sí, sí, ese es mi pensamiento más persona). Pero mi punto es, ¿cuántas cosas estamos dejando pasar por tener creencias que nos indican que eso no es para nosotros?

  • Conócete de manera honesta y consciente. 
    Recuerda que entre más te conoces mejores decisiones tomarás respecto al rumbo de tu vida. 
  • Escucha tus emociones, tus reacciones y esa voz interna que no tiene miedo, sino hambre de logros.
    Dice Shakira que las caderas no mienten, pues yo te digo que tu cuerpo entero te grita y no te miente, el lenguaje corporal interno, la intuición, las corazonadas, los presentimientos, todo eso son tu cuerpo hablándote, escúchalo y aprende a saber qué te comunica. 
  • Estructura como debería comenzar a comportarse tu vida si fueras tras aquello que estás deseando.
    Escríbelo todo, sueña en grande, imagínate como se siente, como huele, como es, deja que tu mente vuele al futuro y experimenta como se sentirá cuando esté ocurriendo.

  • Desarrolla un plan con pasos firmes y progresivos que te garanticen un avance.
    A partir de ahora tu plan de acción es tu mejor amigo, tu sombra, tu consciencia, no tomarás ninguna decisión referente a tu proyecto o que lo pueda afectar sin recordar y ver ese plan de acción. Hazlo como quieras, pero hazlo claro, bonito, detallado, que no se te pase nada. Ponle fecha y hora de los hechos.

  • Prémiate cada vez que, tangiblemente, obtengas un resultado relacionado con tu meta.
    Los regalos "de mi para mi" son mis favoritos, amo con locura la sensación de que estoy logrando algo, desde pagar una desuda hasta un mes completo de ejercicio, un nuevo cliente, el cierre de mes con la cantidad que dije que iba a cerrar, todo lo que sea un avance para mi meta es digno de premio, eso sí, la condición es no mentirse, si lo hiciste a medias, si lo dejaste y te conformaste con lo menos, si no cumpliste tu palabra, no te premies, aprende a ser honesto y riguroso contigo. 

  • Registra cada paso, cada pensamiento que te hizo frenar o tropezar.
    Llevar un registro controlado de cómo van las cosas, como están funcionando, qué tanto has avanzado y cuanto te falta para llegar a la tierra prometida de tu meta cumplida es la clave de la felicidad en el proceso, llevar un control de tus pasos y ver que no te has detenido pese a lo que se pudiera presentar, ver como estas a menos pasos que cuando empezaste de obtener lo que siempre soñaste es una verdadera cucharada de dopamina. Llevas un registro, además así también te recordara si realmente estás en el camino o no.

No tienes nada que perder y todo que ganar, a veces una meta pequeña nos ayuda a empujarnos a algo mayor y al final terminamos estando en el lugar donde una vez con el corazón abierto y el miedo dormido dijimos que estaríamos.

Cuéntame cómo te va, nos vemos en la próxima. 



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