Conciencia Social
Cuando comencé en el mundo del coaching, las metas y medirme
con resultados, contantemente me sentía frustrada por no tener lo que otros ya
habían logrado.
Estoy hablando de que tenía 10 años menos que el promedio de mi grupo de amigos y aun así yo quería estar a ese nivel, por lo que en mi desesperación tomé malas decisiones que me llevaron a generar grandes cantidades de dinero sin permitirme una base académica o una formación que me diera beneficios a futuro. Incluso al querer ser benévola conmigo, me quise comparar con otras niñas de mi edad (19) que tenían coche, ropa bonita y total autoridad en los negocios de sus padres. Yo tenía un trabajo como edecán y dividía mis ingresos en Universidad y gastos de la casa. Evidentemente mi situación era distinta a la de ellas, pero en ese lugar donde me preparaba para aprender a vivir sobre metas me decían que debía soñar alto, declarar sin evidencia e ir por ello sin parar.
Pues para obtener los resultados que me estaba autoexigiendo
por quedar bien con esas personas, hice cosas muy locas y mentí para subir mi
estatus. Error…
Cuando se me calló el teatro tuve que recoger los pedazos de
orgullo y dignidad que me quedaban y comenzar a crear una realidad diferente,
pero con hechos.
De alguna forma y poco a poco fui en tendiendo las
diferencias sociales y como estas dan o quitan oportunidades. Yo tenía, claro,
algunas ventajas, pero eran mínimas, comparadas con las que podían tener mis contemporáneas
en ese círculo. De pronto comprendí que las diferencias sociales nos ponían en
situaciones diferentes y cuando descubrí el concepto de “Consciencia Social”,
ahí dejé de odiarme y comencé a ser empática conmigo.
La consciencia social nos permite ser compasivos y generar
empatía, pero sobre todo nos permite no agredirnos y ser amables con nosotros
mismos en nuestros procesos sin comparaciones.
No todos venimos de donde mismo, no tenemos los mismos
círculos ni estamos en las mismas condiciones. El pobre no es pobre porque
quiere. Lo es porque nació en una situación social y económica donde la escasez
es el factor que nunca falta en la casa. Las creencias, costumbres, ideales y
sinergias que se viven en una colonia de bajos recursos son muy diferentes a la
que se vive en una zona económica media o alta.
Pero no es que ellos quieran vivir así, es que no saben cómo
vivir diferente. Y de eso es de lo que me gustaría hacer un énfasis, nuestra
mente es nuestra arma más poderosa, pues no da la oportunidad de adaptarnos a
lo que vivimos o expandirnos, pero no podemos crear ideas de conceptos que no
conocemos.
Absolutamente todo está diseñado para que vivas cubierto por
el entorno que te rodea, como si el mundo quisiera que estuvieras condenado a
la misma vida con la que naciste.
La gente se acostumbra a ciertos hábitos que iniciaron por supervivencia y lo vuelven un estilo de vida tan arraigado que llega un día en el que nadie entiende porque hacen lo que hacen, pero así les enseñaron y así ha “funcionado siempre”.
Los objetivos de los más privilegiados son crecer, avanzar construir, los objetivos de los que no tuvimos mucho son un refri lleno, no tener deudas y salir de vez en cuando a pasear.Y hay quienes con eso viven felices, pero no es porque romanticen la pobreza sino porque eso ya se siente grande. Hay otros que encontramos contextos de riqueza que nunca imaginamos y entonces queremos algo así. Podemos apuntar a algo más grande porque el techo se abrió y vimos que no tenía límites.
Darnos oportunidad de cuestionarnos y buscar otras
alternativas de las cosas nos amplía, expande nuestra mente y así nuestra
capacidad de creación. Pero ¿cómo crezco si no sé que soy pequeño? Bueno,
difícilmente ocurrirá un cambio si primero no me cuestiono si lo que hago es lo
correcto, lo mejor o lo más sano para mí.
Como dijo Albert Einstein, “no esperes resultados diferentes
haciendo lo mismo cada día.” (Algo así).
"Si buscas resultados distintos
no hagas siempre lo mismo"
Pero para llegar aquí debieron ocurrir una serie de cosas
que te hicieron pensar que quizá habría otra manera de vivir, de pensar de
relacionarte y después tendrás que confrontar el hecho de que lo que aprendiste
no era tan correcto, luego deberás tomar cartas en el asunto y hacer nuevos
hábitos, a la par que lidias con la crítica y la presión de tu entorno
porque no estás siendo leal a este, para que cuando por fin se note un
resultado tu círculo cercano te odie por estar mejor que ellos, y sí… es un
camino solitario y difícil. Por eso tanta gente prefiere quedarse ahí… donde
todo esté tranquilo y no tengan que pelear con nadie.
La lección en todo esto para mí, fue darme cuenta de que voy
a un ritmo acelerado, atando todos los cabos sueltos que dejé la primera vez,
pero al mismo tiempo voy a paso firme, cuidándome y cuidando mi entorno, creando
la vida que sueño, desde la congruencia. Entendí que no será fácil, que a veces
es solitario, que es lento, tardado, abrumador y cansado, pero que es real y
vale la pena. Porque construir de ceros, me permite diseñar por completo el
camino, tal y como a mí me gusta.
Entonces sí, amigos, es momento de ir por nuestras metas y la
vida soñada. Y saben qué es posible.
En los siguientes blogs les comparto muchas herramientas de
coaching y otras tecnologías que he aprendido para generar buenos hábitos,
orden y conseguir lo que anhelamos.
Gracias por leer hasta acá el día de hoy.
*Tip. Escribe todos los sueños más grandes que has tenido y
cuál ha sido el motivo por el que no los has logrado. Y escríbeme cual fue el común.
Hasta la próxima.
.png)
Comentarios
Publicar un comentario